MÁS QUE PADRES, MAESTROS

La comunicación es esencial para el desarrollo de la familia y la sociedad, más si nos encontramos en la era tecnológica, donde los medios de comunicación masiva influyen fuertemente en los miembros que están en plena formación, como son los niños.

Ya no es solo la televisión, radio o cualquier otro medio tradicional el que tiene la función de entretener e informar, sino que hay otros medios encargados de cumplir estas funciones con mayor resultado y eficacia, una de estas son las redes sociales.

No es novedad que los niños tengan alguna cuenta y un perfil en estas social web. ’Likean’, publican y comparten información de cualquier tipo, esto es alarmante para los padres, ya que, conocen los peligros que hay en internet pero que, aún con su vano esfuerzo no han encontrado una solución eficaz.

Según Franklin Cornejo, Director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, los jefes de familia deben formar horarios y reglas para consumir cualquier medio de comunicación, esto sería fácil si los padres realmente se interesaran en la educación de sus  hijos, sin embargo, es muy bien conocido que la mayoría de familias en nuestro país que cuentan con internet en sus hogares,  los jefes de familias trabajan por lo que gastan poco tiempo con sus primogénitos, por lo tanto dejan mucho tiempo libre a sus hijos y estos consumen información que este a su alcance para que los entretenga.

Aunque tengan esas reglas y horarios predeterminados, no hay quien supervise a los niños y les eduque correctamente. Esta es la razón por lo que no es prospera la estrategia de los padres ante el consumo de los medios de información.

Entonces ¿qué se debe hacer?, la pregunta ya esta contestada en el párrafo anterior, SUPERVISIÓN de los padres en sí, mas no de algún miembro de la familia que sirva de niñera, ya que, no siempre se contará con esta persona.

Además recurramos a un método simple pero siempre con buenos resultados como es la charla, comunicación o diálogo. Esto sin duda creará un fuerte vínculo entre padres e hijos y de esta forma su vástago  tendrá una imagen distinta de usted, y tal vez deje de verlo como un ser autoritario que impone normas.

Sea su maestro, su protector de tanta información inadecuada para su desarrollo, su guía en la formación de ese pequeño que puede cambiar el mundo.