Existen pocos
lugares públicos que esten libres de basura en nuestra ciudad, por el contrario
hay otros lugares a los cuales identificamos de inmediato lamentablemente.
Hay dos sitios en particular que los trujillanos conocen desde siempre de algún
modo, los mercados y los asentamientos humanos.
Los grandes
centros de abastos como el “Mayorista” o “La Hermelinda”; especialmente la
segunda, son nidos de ratas y bichos que transmiten enfermedades que son
perjudiciales para las familias cercanas del lugar e incluso para los
comerciantes mismos, además contaminan el territorio dando un aspecto
desagradable para los compradores, todos tenemos ese concepto
desafortunadamente aunque sea verdad.
En cuanto a los
asentamientos humanos, la basura forma parte del paisaje. Lado a lado cúmulos
de basura estan esparcidas, en escuelas, viviendas o en grandes pampas que
hacen de botadores. Los pobladores se han acostumbrados a convivir con ello,
pues los camiones de basura no pasan muy seguido a limpiar la zona, por lo que
se ven obligados a tirar sus desechos, respuesta similar de los comerciantes de mercados, se excusan con que no cuentan con los suficientes depósitos de
basura, además que la MPT no toma cartas en el asunto.
Es verdad que la
municipalidad no parece haber hecho nada respeto a la basura, mas bien se
preocupa por embellecer la ciudad; cosa
que esta muy bien pero no debe olvidarse de los problemas graves que dañan la salud pública.
Actualmente se
esta remodelando una pista principal del mercado “La Hermelinda”, en la cual se
acumulaba grandes cantidades de basura pero ha ido a parar al otro extremo de
la calle acrecentando el fétido olor de los desperdicios.
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